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Hoy es 1 de Noviembre y anoche fuimos muchos los que pasamos una noche de Halloween terrorífica! Aunque sea una fiesta/tradición que no es nuestra propiamente, sino que la estamos copiando de los estadounidenses, cada día es más normal ver los establecimientos y bares con decoración, incluso alguna casa, la gente se disfraza para ir a las fiestas y los niños salen con su cesta a por el tradicional ¿truco o trato?.
Además de brujas, zombis y demás seres inmundos algo típico de halloween son las calabazas, y son de ellas de las que vengo a hablaros esta semana.
Cuando hablamos de calabazas a todos se nos viene a la cabeza esa naranja, achatadita que es la más comúnmente usada en la decoración de halloween, pero lo cierto es que existen una multitud de variedades de distintos tamaños y colores, aunque si es cierto que tienen algunas características comunes.
Suelen pesar entre 2 a 8 kg, aunque las hay más grandes e incluso gigantescas, con las cuales se llegan a hacer hasta concursos por los tamaños y pesos que llegan a alcanzar. Todas ellas, independientemente de la forma que posean, tienen una cavidad en donde se alojan las semillas. La pulpa es ligeramente dulce y la piel, cuando está madura, que es en estos meses de septiembre-octubre, es dura y aislante para que se conserve inclusos meses en un lugar fresco y seco.
Ahora me vais a permitir una pregunta, ¿compráis la calabaza de halloween para decorarla?, y ¿qué hacéis con la pulpa que le sacáis?
Pues bien, como aún hay muchos lugares en los que la calabaza no es un ingrediente típico de la cocina del lugar os quiero hablar de las propiedades culinarias del mismo y qué nos puede aportar nutricionalmente hablando.
La calabaza es un alimento potencialmente diurético, tanto por su alto contenido en fibra como por su bajo aporte calórico, siendo muy aconsejado en casos de obesidad y estreñimiento.
Además, es un alimento muy rico en vitamina A y C, que como ya sabéis de otros post en los que hablamos de las vitaminas, éstas son muy interesantes en esta época del año en la que nos encontramos.
Pero no sólo éso, sino que la calabaza es muy rica en varios aminoácidos, contribuyendo a la salud a distintos niveles. Por ejemplo:
- Contiene alanina, importantísima en la síntesis de las proteínas
- Arginina, que interviene en el crecimiento de los músculos y favorece la reparación de las heridas
- Ácido aspártico, muy útil para eliminar del organismo el amoniaco.
- La glicina, que favorece el sistema inmune
- La histamina, que por su efecto estimulante y vasodilatador es aconsejable su consumo en personas que padecen hipertensión
- La isoleucina, que realmente es más importante en niños, ya que favorece el crecimiento adecuado
- La lisina, que interviene también en el crecimiento pero también en la formación de hormonas y anticuerpos.
La suma de alto contenido en fibra, potasio y vitamina C proporciona una buena salud cardíaca; ya que el consumo de potasio se asocia a un menor riesgo de accidentes cardiovasculares, nos protege de la perdida muscular y mantiene la densidad mineral ósea.
También se ha demostrado que el consumo de betacarotenos disminuye el riesgo de padece cáncer de próstata y colon.
Además aportan una buena calidad ocular, ya que sus sustancias antioxidantes (vitamina C, E y betacaroteno) protege al ojo de sufrir degeneración macular.
A pesar de lo que se pueda pensar, también son recomendables en diabetes, ya que a pesar de la cantidad de azúcar los compuestos ayudan a la absorción de la glucosa por los tejidos y los intestinos, disminuyendo la glucosa en sangre.
Hay muchas formas de consumir calabaza, pero para los que no la tenéis incluida en vuestra lista de la compra os dejo un enlace en donde podéis encontrar recetas que os ayudarán a incorporarlas en purés, con otras verduras al horno,… de forma fácil
Seguro que muchos estáis pensando ahora mismo que podéis comer las pipas, en vez de la pulpa. Cierto, pero las características serán diferentes.
Las semillas de calabaza tienen un efecto vermífugo, es decir, que sirven para eliminar las lombrices intestinales. Pero además, por su alto contenido en ácido salicílico, ayuda a prevenir la aparición de enfermedades reumáticas. Además, y como punto interesante para los varones, las semillas de calabaza poseen una sustancia que se llama cucurbitacina, que influye sobre la dihidrotestosterna, evitando la inflamación de la próstata; y que junto con su efecto diurético favorece el vaciado de la vejiga, paliando los efectos desagradables de la hipertrófia prostática.
Espero que esta información os anime a consumir más calabaza, aunque a mí la que más me gusta es La Ruperta 😉
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