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Todos los especialistas en nutrición recomendamos comenzar una dieta de adelgazamiento por una primera fase de detoxificación. Normalmente consiste en dietas “ligeras” de 1 ó 2 semanas alimentando el cuerpo a base de frutas y verduras frescas poco cocinadas que son ricas en agua y vitaminas, y es lo que llamamos las dietas détox.
Muchas de las llamadas dietas milagro como la dieta de la piña, o de la alcachofa son de este estilo. El problema real que surge de ellas es que los ayunos prolongados sin control derivan posteriormente en un aumento del peso inicial.
En España está llegando la moda de la ayunoterapia, moda muy instaurada ya en países como Rusia, Alemania o Francia, en donde incluso podemos encontrar verdaderas corrientes.
La ayunoterapia consiste en eliminar todo alimento sólido de la dieta y “alimentarse” únicamente de agua. Esta nueva vertiente encuentra tanto adeptos como opositores, incluso dentro de la comunidad científica.
Para muchos, privar al organismo de alimento de forma voluntaria con la consiguiente alteración hormonal y endocrina es una auténtica abominación. Para otros, sin embargo, se ha convertido en una forma de perder peso, prevenir enfermedades y poner al cuerpo en “la línea de salida”. Gracias a esta acción, siempre supervisada por un especialista, es posible eliminar toxinas, recuperar la forma física y mental, además de ayudar a prolongar la longevidad. Según el médico naturista Pablo Saz, “estar sin comer, durante períodos breves, hace que se activen una serie de genes reparadores que a largo plazo nos protegen del envejecimiento y ciertas enfermedades”.
En Rusia se practica en el Sanatorio Goriachinsk de Moscú y consiste en beber únicamente agua durante una media de 12 días. En los pacientes que se sometían a esta práctica, unos dos tercio de ellos, aquejados de diabetes, hipertensión, reuma o alergias, les desaparecieron todos los síntomas en una o dos sesiones de curas. Evolutivamente, nuestro cuerpo está más preparado para soportar la falta de comida que la abundancia.
Realmente lo que ocurre es lo mismo que cuando nos ponemos malos. De forma inconsciente perdemos el apetito y necesitamos beber mucho líquido. Lo que está ocurriendo en nuestro organismo es que se han activado los genes reparadores, que tienen una actividad antitóxica. Seguidamente, se ponen en marcha todos nuestros órganos excretores como la piel, pulmones, hígado, vesícula, riñones e intestinos para conseguir eliminar todos los tóxicos del organismo, los productos de desechos generados de la lucha del sistema inmunitario y todas las sustancias nocivas acumuladas debido a nuestro estilo de vida (fármacos, conservantes de los alimentos, tabaco, alcohol,…) Durante el ayuno nuestro cuerpo lo que hace es “alimentarse de sí mismo”.
Durante las primeras 24 horas de ayuno el cuerpo consume las reservar acumuladas de hidratos de carbono y glucosa, y posteriormente va tirando de las proteínas, siendo la grasa lo último de lo que tira. Teniendo en cuenta que el corazón es nuestro músculo principal no es aconsejable llegar a este nivel, ya que podemos morir de inanición.
De todas formas, y por los múltiples problemas que nos puede acarrear este tipo de práctica de ayuno sin un control médico, lo más sensato es realizar ayuno cortos de 1, 3 ó 6 días, y siempre bajo la supervisión de un especialista, controlando el peso, la temperatura, el pulso, la presión sanguínea, la bioimpedancia (medida de grasa, músculo y agua corporal), niveles de cetonas para ver la acidificación del organismo,…
Como dije al principio, esta doctrina tiene sus pros y sus contras, y es por ello por lo que tiene seguidores y opositores.
Pros:
- Hay una pérdida grande de peso
- En ayunos prolongados de 3 semanas, podemos encontrar un rejuvenecimiento funcional
- Notamos una cierta euforia y nos sentimos más vitales
- El intestino en vez de absorber nutrientes elimina toxinas y productos de desechos
- El páncreas deja de producir insulina
- El hígado se contrae, reduce el tamaño y se regenera, provocando un efecto rebote de fortalecimiento del resto de órganos
- Durante el ayuno aparecen erupciones cutáneas aunque tras la eliminación de toxinas la piel recupera su brillo y tersura
- Los riñones son los órganos fundamentales de detoxificación, por eso es tan importante beber mucha agua durante el ayuno.
- La sangre se purifica ya que al principio se carga de toxinas para llevarlas a su eliminación acidificándola, y posteriormente se limpia de ellas.
- El sistema inmunitario se activa y al liberarse de toxinas el sistema inmune descansa de la producción de glóbulos rojos
Contras:
- En las primeras 24-36 horas se siente debilidad, náuseas, mareos, migrañas,… aunque a partir del tercer día se pasa ya que es cuando el cuerpo comienza a alimentarse de las grasas.
- Está contraindicado en casos de insuficiencia renal, alteraciones hepáticas y nerviosas, diabetes insulinodependientes, desnutrición, tuberculosis o cáncer en estado terminal.
- El ayuno puede provocar lo que se conocen como crisis depurativas, curativas o crisis desintoxicantes, en las que el organismo pone en marcha sus mecanismos de defensa para recuperar el equilibrio perdido. Este tipo de crisis suele darse al principio de cualquier tratamiento naturista y, de hecho, es señal de que las cosas están funcionando como deben. No son importantes y pasan rápido pero por si persisten los síntomas son: fiebre, dolor muscular o de cabeza, erupciones dérmicas, hipotensión, ansiedad, cólicos, diarreas, o desaparición de la menstruación.
Por todo ello es importante no ser extremista, y si estáis pensando en probar este método poneros en las manos adecuadas de un especialista.
Estoy sorprendido de encontrar blogs donde hay informacion tan util como esta. Gracias por facilitar este articulo.
Saludos