El sudor es producido generalmente como un medio de refrigeración corporal conocido como transpiración. La sudoración ayuda al cuerpo a permanecer fresco y en la mayoría de los casos es totalmente natural.

Es importante y necesario para proteger al cuerpo del sobrecalentamiento (regulación térmica). Cuando el cuerpo supera los 37º C, el hipotálamo envía a las glándulas sudoríparas señales que les indican que deben comenzar a producir sudor. Cuando este sudor al contacto con el aire se evapora consigue que la piel se enfrie regulando así su temperatura.

El sudor esta compuesto principalmente por agua, pero también contiene pequeñas cantidades de sustancias químicas de deshecho como urea, amoniaco, azúcares y sales.

Causas:

  • Al realizar esfuerzos corporales (deporte)
  • Temperatura exterior algo elevada, en verano , al abrigarse demasiado.
  • Cambios hormonales: menopausia, embarazo, pubertad….
  • Causas psíquicas: estrés, miedo, nerviosismo.

El sudor es inodoro, pero la acción bacteriana lo descompone dando lugar a un fuerte y característico olor.

La sudoración no precisa de un tratamiento especifico, con una higiene adecuada y el uso habitual de desodorantes debería ser suficiente. Pero si pasas por una época en la que tu producción de sudor es más frecuente, o en la que este provoca mal olor puedes contar con la ayuda de otros productos que encontraras en tu farmacia.

Se pueden utilizar antitranspirantes: productos con activos que actúan sobre las glándulas sudoríparas -mejor durante la noche ya que están menos activas- logrando que se inhiba la sudoración y por tanto el mal olor. Esta sería una solución para las épocas de verano que sudamos más y aveces además del olor, dejamos en las camisas, vestidos, etc, marcas que resultan muy molestas y antiésteticas.

Otra zona problemática son los pies. A veces la sudoración excesiva y una mala transpiración provoca una infección  por hongos y su consecuente mal olor. Para solucionar este problema puedes contar en tu farmacia con polvos, soluciones y cremas desodorantes y antitranspirantes (compuestos de aluminio) que regulan la transpiración, además de plantillas de carbón vegetal (absorben y evitan el mal olor).

Además es recomendable utilizar ropas y calzado que favorezca la transpiración, las ropas no muy pegadas, con colores claros, y evita los tejidos acrílicos, usa ropa de algodón, lino…

Cuándo la sudoración es excesiva e impredecible se produce un trastorno llamado Hiperhidrosis.

La padecen muchas personas y es algo molesto que afecta a su calidad de vida. Suele afectar a las manos, pies, axilas, y en la cara. En estos casos se debería recurrir al dermatólogo para averiguar el motivo que la provoca y darle el tratamiento correcto.

Con una buena higiene y algún cuidado más específico cuándo se requiera, el sudor no va a ser para tí ningún problema 🙂

 

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