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¿Te duelen los pies? ¿los talones? A veces no se trata sólo de cansancio, puede ser fascitis plantar.
Es la inflamación de la fascia plantar -la banda de tejido elástico y de amortiguación de impactos que tenemos bajo el pie, desde el talón hasta la base de los dedos- que ocurre cuando esta se estira o se sobrecarga demasiado y que provoca dolor y rigidez en la parte inferior del talón. La planta del pie también puede doler, o en ocasiones, arder.
Es una lesión muy común en deportistas, sobre todo corredores, y su prevalencia aumenta a partir de los 45 años también en los no deportistas.
Las causas más habituales de la aparición de esta lesión son:
- Exceso de ejercicio.
- Estar mucho tiempo a pie firme.
- Pies planos o pies cavos.
- Exceso de peso.
- Uso de calzado con poca amortiguación o suelas muy rígidas.
- Disminución del tejido de amortiguación en el talón.
En la fascitis plantar el dolor empeora generalmente por la mañana al dar los primeros pasos, después de pararse o sentarse por un rato, al subir escaleras y después de realizar actividad.
El dolor se puede desarrollar de manera lenta con el tiempo o repentinamente después de una actividad intensa. Es recomendable consultar el problema con los primeros síntomas, ya que cuanto más tiempo transcurra más tardará la curación.
El tratamiento habitual que te recomendará tu médico consiste en la toma de paracetamol o ibuprofeno para reducir el dolor y la inflamación, hacer ejercicios de estiramiento del talón y del pie, descansar lo más que pueda durante al menos una semana y usar calzado con buen soporte y amortiguación.
Estos son algunos de los ejercicios que puedes hacer en casa para tratar y prevenir la fascitis plantar:
- Ponte de puntillas, estirándote lo más que puedas y luego vuelve a bajar lentamente
- Coloca el pie sobre una toalla y arrúgala llevándola hacia ti, solamente con el movimiento de los dedos. Luego intenta estirarla de nuevo.
- Presiona los dedos hacia el suelo, haciendo fuerza sin mover el talón para que el pie forme un arco.
- Apóyate sobre un escalón con la punta del pie dejando el talón al aire y déjalo bajar para luego subir a la posición inicial.
- Haz rodar una pelota, o una botella con la planta del pie.
Si haces varias repeticiones, un par de veces al día, fortalecerás la musculatura y los tendones y conseguirás prevenir las molestias.
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